Carta a mi infancia

Supongo que te sorprenderá después de tantos años. O quizá no, no sé... El caso es que durante mucho tiempo pensaba en ti, pero con el tiempo, tus recuerdos se fueron desvaneciendo. Supongo que te sentirás algo decepcionada, pues al final no conseguimos lo que nos habíamos propuesto con tanto ímpetu. Sí, es cierto, algunas…

Mujer, objeto sexual

Si te tiran la caña y le rechazas eres una estrecha y una malfollada, si le dices que no con amabilidad, eres una calientapollas. Si eres soltera y te ven con alguien pero no es tu pareja, eres una guarra y una facilona, y aunque te comas uno, cuentan veinte. Si vas vestida con una…

Cuento de portería

- Dicen que lo dejó por una infelicidad. - ¿Y qué hizo? -Se fue a una isla despierta, hasta hizo un tour en camello por el destierro, en oriente miedo... -¡Qué salva-je/dor! -Pues dicen que está sola. -Quizá se lo busco, buscona, abuso, uso, rehúso. -El caso es que perdió… -¿Perdió o se perdió? -Qué…

Salvaje

Que se me partan los sueños en mil pedazos y me digan que quién te crees que eres… nadie. Ya, eso tenía que haber supuesto. Bueno, es lo que hay. Quizá los demás no me valoren, pero yo sí que lo hago. Y aunque se me escapen un par de lágrimas levanto la cabeza y…

El terrible final y Anne Bonny

Año Mil y Setecientos y Veinte Prisión de Jamaica Nuevo Mundo El cadalso esperaba. Mientras recorría el pasillo, meneaba la cabeza a diestra y siniestra, negando. Había perdido el olor de la mar, la voz del viento, la libertad del horizonte. Tras varios días de asedio, con el valor perdido, los hombres se dieron a…

Sin ti

Puedo estar bajo la lluvia, dormir, soñar, llorar y reír sin ti. Respiro y me alimento sin ayuda. Puedo caminar, correr, saltar, cantar. Lo puedo todo sin ti. Contemplo la vida, las personas que hay a mí alrededor, las que se quedan por un tiempo y las que pasan de largo. Aun así, el sol…

Guapa y triste

¡Que guapa! ¡Que guapa! Y la pena que lleva por dentro, no lo sabe nadie. Tan guapa y tan triste, tan triste, triste... Mira al vacío y se ve a sí misma, pero luego nunca se fija cuando pasa por delante de un espejo, porque ni le importa ni le da miedo mirarse. En cambio,…

El adiós

No lo quiere, no se puede hacer cargo de él. Lo siento... se da la vuelta y sigue su camino. Le dejó por el mismo motivo, como con su perro.

Por las mujeres de la República

Las mujeres van locas de contentas a votar. Ellos no dicen nada. El miedo se apodera de los caballos de guerra y galopan desbocados contra el viento putrefacto de la dictadura. Y sus bocas desdentadas sin lengua no pueden decir nada. Y el campo de los horrores no pierde su memoria.

Deseo

Si de mí sirviera mi deseo, sería yo quién le sirviera al deseo mismo, el mismo que me impulsa a desear ser deseo. - ¿Me deseas?- dijo el deseo. - No, deséame tu a mí, para convertirme en deseo- deseó entonces...